sábado, 12 de julio de 2008

Siempre huyes hacia donde el sol se cubre de timidez
Y yo me quedo solo, con un trozo de sol entre mis manos.
¿En dónde estás ahora?
¿Cómo abro la ventana del mar de tus deseos?
Contando estrellas en un charco
No alcanzo a besar tus párpados
Y hoy cae el perro triste
Derritiendo calles de menta
Succionando el polvo
En cada paso que trazas
Sobre el pavimento
Se desgasta amor mío
Y el corazón da vueltas
Como loco
Me voy desprendiendo
Justo a las diez
Y a las sesenta
Termina el martirio
Y se repite el ciclo
Después de una vez
Ayer.
El sol se apaga entre mis manos
Y la luna dibuja un crucifijo
En cada línea.

1 comentario:

Paulina Otero dijo...

Muy lindo su sitio, gracias por visitar el mio :)

¡Saludos!